La plaga de ratas, así como cualquier otra plaga, supone un problema muy notorio. No solo son las culpables de transmitir peligrosas enfermedades, sino que pueden provocar daños estructurales en edificios y casas. Es importante que nos demos cuenta lo antes posible de su incidencia, para tomar las medidas oportunas a tiempo.
¿Qué peligros para la salud supone una plaga de ratas?
Las ratas son roedores que se adaptan perfectamente a cualquier medio. Desgraciadamente, su reproducción es muy rápida, y pueden constituirse en plaga de manera veloz. Prefieren las ciudades, debido a que los humanos les proporcionamos diferentes fuentes de alimento.
Desde que comenzó el estado de alarma por el Coronavirus hasta ahora, se ha detectado la presencia de roedores en muchos lugares debido a que las calles se encuentran vacías y las terrazas de los restaurantes donde anteriormente se encontraban restos de comida se encuentran cerradas, por lo que los roedores tienen que obtener su comida de otras zonas.
Las ratas son omnívoras, por lo que pueden adaptarse perfectamente a cualquier lugar. Aunque, sin duda, preferirán el interior de los edificios, ya que buscan un lugar oscuro, protegido de la luz solar y que, además, les proporcione la humedad suficiente para mantenerse hidratadas.
Como son muy buenas escondiéndose, elegirán sótanos, alcantarillas e, incluso, las paredes de la casa. El problema surge cuando sienten la necesidad de morder objetos para mantener sus dientes bien afilados. En este caso no dudarán en roer cables de la luz, estructuras de madera, etc. Aquí surge uno de los peligros dentro del hogar, como es la posibilidad de provocar un incendio, al deteriorar el sistema eléctrico.
Las enfermedades que producen
Las ratas suponen un riesgo para la salud, ya que son famosas por portar graves enfermedades que nos pueden transmitir a los seres humanos. En este aspecto, han sido determinantes en la proliferación de la peste, descrita en la literatura de siglos atrás.
Ser mordidos por una rata no es tan probable, pero el hecho de que estén moviéndose por lugares donde hay comida, como despensas y cocinas, aumenta el riesgo para nuestra salud, ya que suelen dejar heces, pelos y orina, muchas veces infectados.
Entre las enfermedades a las que nos exponemos están el cólera, la peste, la salmonelosis y la hepatitis. Debemos tener en cuenta que la plaga de ratas es una de las más complicadas de controlar, y requiere la ayuda de profesionales. Estos roedores tienen la agilidad como ventaja, ya que pueden nadar y subir estructuras verticales sin problemas. El ser tan escurridizas dificulta su exterminio.
La prevención adecuada
Prevenir una plaga es posible. La mejor forma de hacerlo es a través de la limpieza. Esta no solo beneficia nuestra salud, sino que impide la entrada de ratas a nuestro domicilio, empresa o lugar de trabajo.
Así, si almacenamos comida, debemos tener claro que podemos llamar a este tipo de rodeadores u otras plagas. Por eso, todo cuidado es poco. Recomendamos mantener los alimentos cerrados en un habitáculo hermético, aunque nunca está de más realizar una revisión por parte de los mejores expertos.
La plaga de ratas supone un problema para la salud. Acabar con ellas no es tan sencillo, lo que nos obliga a contactar con profesionales.
Fuente: pixabay