El control de plagas es una acción que debemos llevar a cabo en cualquier negocio donde estén presentes los alimentos. Hemos de hacerlo por la salud de los empleados, de los consumidores y por la reputación del establecimiento. Además, una inspección en la que se detecten plagas o un problema de salud relacionado con ellas pueden suponer el cierre del local.
La importancia del control de plagas: medidas
Establecer un programa de medidas preventivas es el primer paso para proteger nuestras cocinas profesionales. Hemos de cumplirlo a rajatabla y de forma periódica. Lo primero será cerrar todas las aberturas, huecos y ranuras por donde pudieran colarse los animales (hay que tener en cuenta que hay de todos los tamaños, desde pequeñas hor migas a roedores). Colocaremos las mallas, mosquiteras y barreras necesarias y sellaremos cualquier hendidura.
Cuando finalicemos los procesos de manipulación de alimentos y de elaboración de platos, debemos asegurarnos de que no queda ningún desperdicio a la vista. Hay que tirar cuanto antes los desechos a los cubos de basura, los cuales siempre deben permanecer sellados. Tampoco hemos de acumular basura durante mucho tiempo; es mejor tirarla periódicamente.
Todos los alimentos tienen que estar dentro de envases sellados y han de almacenarse en lugares cerrados. No podemos olvidar cerrar siempre las puertas y asegurarnos de que no hay huecos entre estas y el suelo (para que no pasen los ratones, cucarachas, etc.).
Otra medida que aplicaremos en el interior del establecimiento será la prevención de la humedad. Esto es muy importante, ya que muchas plagas y hongos habitan en entornos húmedos.
Jamás debemos tirar comida por los desagües (para eso están los cubos de basura). Nunca almacenaremos lo que no vayamos a utilizar y, por supuesto, es imprescindible efectuar una limpieza y desinfección de toda la cocina tras acabar cada jornada.
Tampoco nos conviene descuidar los exteriores de nuestro establecimiento. Las zonas sucias, oscuras, húmedas o con maleza son los lugares propicios para la anidación y desarrollo de las plagas. Hay que limpiar también el exterior, mantenerlo seco y libre de plantas indeseadas.
Medidas preventivas y acciones para el control de plagas
Finalmente, la observación constante y las inspecciones periódicas marcan la diferencia a la hora de prevenir cualquier problema. Siempre tenemos que estar alerta y buscar cualquier indicio de plagas (huellas, heces, nidos…). Nuestros empleados también deben recibir la formación necesaria para detectarlas.
Junto a las acciones que realicemos en el local, apoyarnos en una empresa profesional especializada en el control de plagas es lo mejor que podemos hacer. Efectuará inspecciones mucho más minuciosas, las esterilizaciones necesarias y, además, saneará y desinfectará esos sitios donde nosotros no llegamos, como, por ejemplo, los desagües y los sumideros.
Un correcto control de plagas nos evitará más de un disgusto (costosas multas, que los clientes hablen mal del local, que nos veamos en la obligación de tirar alimentos atacados por las plagas, etc.). A la larga, impedir las plagas es ahorrar. ¿Por qué no dejar que una empresa especializada nos ayude?